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Darlo todo no fue suficiente...

CD El Álamo 0 - RCD Mallorca1

64ºs de Final de la Copa de SM El Rey

El Álamo peleó hasta el final para estar en la próxima ronda de Copa del Rey pero un gol de Álex Alegría a falta de 10 segundos para el final permitió el pase del Mallorca. La velada fue mágica, con un ligero trago amargo, pero con la cabeza bien alta.

Qué duro

A veces no sabes como empezar a escribir cuando lo que has vivido ha sido un mar de emociones. Me quedo con la frase de Emilio López Amado (entrenador del CD El Álamo): "El silencio habla". Sí, el silencio habla y es muy cruel. Faltaban 10 segundos para el final del partido, todos pendientes de la prórroga, el partido marchaba con un empate a cero. De repente, una jugada embarullada en el área de El Álamo. Un montón de piernas, de cuerpos, de brazos...no se veía absolutamente nada. El público no cesaba de animar, de creer, de luchar...pero de repente un silencio, un dolor, una bala clavada en el fondo del corazón.

Nadie veía el balón. Solo existía el silencio. Los jugadores de El Álamo se tiraron al suelo, rompieron a llorar...el Mallorca saltaba...se mascó la tragedia. Álex Alegría había marcado gol. El Mallorca había anotado a falta de 10 segundos para el final. ¡Qué bajón! ¡Qué injusticia! ¡Qué rabia! ¡Qué crueldad!

¿Porqué nos tiene que pasar a nosotros? se preguntarían algunos. El fútbol le había dado la espalda a El Álamo, pero El Álamo fue quien se lo dio todo al fútbol.

El equipo del pueblo se vació, jugó con el alma, peleó cada balón con el corazón. El Álamo se enfrentaba a la historia. Nunca pensé que vería llorar a un tío que me saca dos cabezas -Flores-. Nunca pensé que no tenía consuelo. ¿Porqué nos tiene que pasar a nosotros? Las lágrimas de la decepción muy pronto dieron paso a las lágrimas de la felicidad. ¿Felicidad a pesar de perder? Sí, porque esa felicidad también existe.

Esa es la felicidad del orgullo

Esa es la felicidad de los que trabajan, de los que estudian, de los que se parten el pecho -y también la cara- por jugar con la camiseta de El Álamo. Esas lágrimas son de alguien que lo da todo, pero darlo todo muchas veces no es suficiente.

Rubén y Gonzalo Zamorano además de vestir la camiseta de un equipo de fútbol, vestían la 'zamarra' de su pueblo. Ellos son ADN alameño. Ellos "murieron de pie" ante su gente. Su llanto fue el de todo El Álamo, pero también el de todo esa gente que pertenece al fútbol más modesto, y que durante 93 minutos tocaron la gloria.

¡Qué decir de Elmer! Su derroche de sacrificio y entrega por la banda. ¡El no dar ni un solo balón por perdido!.

Seb