Pocas o nulas opciones tuvo el Álamo en su visita este domingo a Aranjuez para jugar ante un conjunto ribereño que en todas y cada una de las facetas del partido se mostró superior a un conjunto que llegaba al “Deleite” con la vitola de líder, con tres partidos disputados y tres victorias.
En ningún momento la imagen del conjunto alameño correspondió a esa situación y puesto en la tabla del grupo segundo de la preferente madrileña.
En esta ocasión se encontró con un Aranjuez que, con autoridad, desinhibido y, sobre todo, con pegada nunca le dio opciones como para, viendo cómo se iba desarrollando el partido, pensar en sacar algo positivo del estadio ribereño.
Desde el pitido inicial del encuentro fue el conjunto ribereño que dirige Juan Luis Mora el que, con una innegable actitud, puesta en escena y muy metido en el partido comenzaba a poner las bases para alzarse, como así fue, con su primera victoria de la temporada.
Una victoria que, recordemos, rozó la jornada anterior, en su Visita a Orcasitas (3-3 con el Internacional después de ir venciendo 1-3) y que, en esta ocasión, dada la superioridad y tirando de eficacia, pegada y contundencia lograba ante un Álamo que prácticamente nunca estuvo en el partido.
En los primeros quince minutos de comenzado el encuentro, sin llegadas ni aproximaciones sobre una y otra portería, se podía comprobar cómo era el equipo local el que con su juego le ponía algo más de influencia en el desarrollo del partido y así, en el minuto dieciocho llegaba el gol del 1-0 cuando Juanki acertaba con un disparo desde la frontal para batir a Olmedo. A partir de ahí, con ese gol que le daba algo de tranquilidad al Aranjuez, el equipo alameño que dirige Diego Meijide, adelantaba tímidamente sus líneas intentando desbaratar el juego de superioridad del equipo local.
Pero es verdad que, viendo como seguía desarrollándose el partido, sin éxito alguno puesto que en el minuto treinta era el central ribereño Pepe el que hacía el gol del 2-0.
Con esa rente, el partido comenzaba a ponérsele de cara a un Aranjuez que no levanto el pie del acelerador.
Muy asentado sobre el maltrecho césped del Deleite, el equipo ribereño seguía mostrándose superior ante un Álamo inoperante y desaparecido en ataque.
En este apartado solo habría que contabilizar, en el minuto treinta y cinco, una ocasión en la que el balón, rematado por un jugador alameño dentro del área, terminaba marchándose fuera de la portería poniendo en ciertos apuros a Tudor.
Nada más que esa jugada fue el bagaje ofensivo de los de Meijide mientras que el Aranjuez, de nuevo tremendamente efectivo en el día de hoy, lograba acertar con la portería rival cuando, dos minutos después de esa mencionada jugada, era Guille Sofio el que hacía el gol del 3-0.
No conformes con este resultado y con el equipo alameño esperando y deseando que el colegiado señalase el camino de los vestuarios para finalizar la primera mitad, llegaba, en el cuarenta y uno el 4-0 obra de Manu, al rematar de cabeza casi sin ángulo un balón que se marchaba por la línea de fondo.
Con ese claro y contundente marcador, con un buen tono y con un partido que había tenido solo una dirección, el Aranjuez, su juego y prestaciones, indetectables para su rival, se llegaba a la finalización de una primera mitad con un resultado que dejaba claro lo que habían sido los primeros cuarenta y cinco minutos.
Así las cosas y como estaba el encuentro, el entrenador visitante decidía, en el comienzo de la segunda mitad, realizar cuatro cambios para intentar, en lo posible, maquillar ese resultado adverso para sus intereses.
A pesar de eso, el Aranjuez, muy implicado, comprometido y enérgico, fue capaz de no mostrar grieta alguna en su juego y aunque el Álamo comenzó a originar cierto peligro sobre todo en acciones a balón parado y sobre el área que podrían haber originado alguna duda a los de Aranjuez; el acierto y la solvencia defensiva de los ribereños permitía a estos seguir gobernando y mandando sobre el terreno de juego.
Controlaba el partido el equipo ribereño que incluso pudo haber aumentado su renta en el marcador cuando en el minuto setenta y siete, tras una escapada por velocidad de sus marcadores, Alex Rubio se plantaba en el área ante Olmedo, pero en última instancia, obstaculizado por un defensor, no acertaba en el remate final.
Pasaban los minutos, no pasaba ningún apuro un Aranjuez que veía como estaba cada vez más cerca la victoria, primera de la temporada mientras que el Álamo veía como Tudor, a falta de dos minutos para el noventa, desbarataba una clara ocasión como para haber conseguido el gol del honor.
El próximo domingo visita el Facundo Rivas la AD Arganda, partido que debe servir para "recuperar la dinámica" del inicio de campeonato
ACTA DEL PARTIDO
Comments