Justa victoria de El Álamo, al que le iba vida en el partido, ante un mal Alcalá al que se le notó que lo tenía todo resuelto. Controvertido arbitraje de Carrascosa Vázquez, que sin influir en el resultado, acabó desquiciando a ambos equipos.
Primera final ganada por El Álamo, de las cuatro que le restaban hasta final de temporada, para agarrarse a la categoría. El cuadro verde sigue teniendo complicada la permanencia, pero al menos sigue con vida, puesto que una derrota habría dejado a los del Facundo Rivas a nueve puntos de la salvación, con nueve en disputa. Enfrente estaba el Alcalá, que aunque le falta un punto para asegurar matemáticamente la categoría, se le notaba ya con un punto menos de intensidad al tener prácticamente todo el pescado vendido.
La mayor necesidad del cuadro local se notó desde el inicio. Los hombres de Javi López salieron mucho más metidos al partido. Desde el silbatazo inicial, los locales fueron a morder y a buscar a un rival, que buscaba los llamados minutos de tanteo, para asentarse en el campo y amoldarse al 3-3-3-1 planteado por Jorge Martín de San Pablo.
Con los cervantinos tratando de amoldarse todavía al nuevo sistema de juego, llegó el primer tanto de los locales. Apenas habían transcurrido seis minutos de partido, cuando tras una jugada personal, Rabadán puso por delante a los alameños. El lateral se incorporó al ataque, y subió toda la banda tras marcharse de los dos adversarios que le salieron al corte. Tras pisar área, remató contra el larguero de la portería de Degre, rebotando el balón sobre la línea y entrando claramente el esférico en la portería alcalaína.
Con los locales por delante en el marcador, se esperaba el despertar del cuadro rojillo, algo que no llegó. El Álamo seguía un punto o dos por encima en cuanto a intensidad, pero en juego le faltaba continuidad, a ambos. El partido tenía una y mil interrupciones, puesto que cualquier contacto lo tipificaba Carrascosa Vázquez (que se cargó muy pronto de tarjetas) como falta. Llegar con el balón jugado a cualquiera de las dos áreas era prácticamente una quimera, por lo que los dos equipos solo se asomaban al balcón contrario en acciones a balón parado. Y así, fue como los visitantes lograron nivelar el marcador. Izan botó un córner a la derecha de Rodri en corto para Malote para sorpresa de todos. Y desde fuera del área, el catorce rojillo soltó un disparo que sorprendió a todos, incluido el mencionado Rodrigo, reestableciendo la igualada con un buen gol.
Tras el gol, se vieron los mejores minutos del Alcalá. Ya más asentados sobre el césped, y teniendo algo más el balón, aunque sin dar esa versión habitual de equipo dominador desde la posesión, pero si siendo mejor que el rival. Una superioridad que no se tradujo en peligro, puesto que los forasteros dispusieron de un remate de Izan desde la frontal del área, y de una falta botada por Jerez que se marchó por poco. Enfrente El Álamo parecía pensar más en que no se le complicara más el asunto, esperando a que el crecimiento de su adversario fuera temporal, para ir a por él en el segundo tiempo.
Tras el paso por vestuarios, Jorge Martín de San Pablo introdujo dos futbolistas, y con ello un cambio de disposición táctica. Los amonestados Benítez y Herranz dejaron su sitio a Pancorbo y Shafa, para volver a su 4-1-3-2 habitual.
Sin embargo, el cambio de sistema no evitó que se repitiera el guion del primer acto.
El Álamo salió más enchufado, y a los ocho minutos volvió a ponerse por delante en el marcador. En un contragolpe, Noe se marchó de la zaga con un autopase, y una vez dentro del área, cedió el cuero a Sopeña. Y éste, tras recortar a Degre, remató raso sin mucha fuerza, lo que provocó que le diera tiempo a llegar a Malote, para despejar el balón. Pero Carrascosa Vázquez entendió (de manera correcta) que el balón llegó a entrar del todo en la portería, dando validez al tanto.
El 2-1 pareció una losa muy pesada de levantar, pera un equipo sin apenas nada en juego. Los visitantes no se encontraron cómodos en ningún momento, ante un El Álamo al que le iba la vida en cada acción. De nuevo, los de Javi López pensaron más en proteger su portería que en buscar la contraria, sabiendo que un error podía ser letal.
De este modo fue pasando lentamente el segundo tiempo, hasta que en un minuto llegaron las dos acciones que finiquitaron el encuentro. La primera fue la controvertida expulsión del visitante Rafael. Tras un córner, finalizado con falta en favor de los locales, una de esas llamadas “peligro”, puesto que el cinco visitante saltó entre dos adversarios, sin más. Pero para sorpresa de todos, el colegiado decidió amonestar al central alcalaíno, que siguió protestando ostensiblemente, viendo la segunda amarilla por la protesta unos segundos después que la primera.
Y con el Alcalá todavía tratando de amoldarse a la nueva situación en inferioridad numérica, teniendo que variar de nuevo tácticamente, llegó el tercer tanto local. En un balón largo, Noé ganó en velocidad a la zaga, y se internó en el área. Escorado, el único recurso que le quedaba al siete verde era picar el balón por encima de Degre, al que batió con una bonita vaselina, en el que fue no solo el gol de la mañana en el Facundo Rivas, sino a buen seguro el mejor tanto de la jornada.
Con el tercer tanto local el partido murió, finalizando así con una justa victoria para los locales que viajarán con vida el próximo domingo a Alcalá de Henares, para enfrentarse al otro equipo de la ciudad de la categoría, en la que será una auténtica final por la permanencia.
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